El fin de los programas de protección del empleo
- Dr Mauro Matias Alberti
- 21 ago 2020
- 5 Min. de lectura
Nuestro país viene atravesando una crisis económica que ha motivado desde Diciembre 2019 acciones con el fin de impulsar la economía; no obstante en marzo se ha sumado un nueva variable que trasciende las fronteras de la Argentina, logrando así impulsar mayores estrategias para la protección del empleo. Pero toda historia tiene un final, y todos los gobiernos del mundo ya empiezan a dimensionar el impacto que esto conlleva. En esta nota daré mi punto de vista al respecto, y hacia donde vamos en el mundo del trabajo.
Hace unos meses atrás, con la asunción de la nueva gestión en el Estado se ha diagnosticado el grave deterioro en materia de empleo que se venia atravesando, haciendo menester establecer políticas para alentar al crecimiento económico y desmotivar el desempleo, así a modo de ejemplo nació en decreto 34/2019 que establecía la doble indemnización para desalentar los despidos por 180 días, el cual finalizó en Junio. Asimismo se revalorizó el papel protagonista que debería asumir nuevamente la tutela del empleo en la Argentina, y creando nuevamente el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) al cual se le resto importancia en la gestión anterior otorgándole la jerarquía de secretaria como lo fue en sus inicios, hace más de medio siglo.
Es ineludible que en materia de empleo se han ganado muchas victorias en cuanto a derecho de cara a los trabajadores a lo largo de las últimas siete décadas, han pasado muchos gobiernos pero el problema siempre sigue a la vuelta de la esquina, la falta de registración, la deficiencia, y el fraude laboral a la orden del día. Retomando el tema, el decreto antes mencionado emulaba las acciones que fueron tomadas anteriormente con resultados positivos durante la primer década del siglo XXI en nuestro país, en aquel entonces lideradas por el Dr. Néstor Carlos Kirchner como presidente. La medida en sí también había iniciado por un corto plazo, que se fue prorrogando por varios años, ya en los últimos las multas agravantes sobre el despido fueron reduciéndose del 100%, al 50% y finalmente al 25%. Entendiendo que la linea política es la misma que en aquel entonces es fácil deducir cuales fueron las estrategias trazadas hace seis meses y hacia donde íbamos como sociedad en el mundo laboral.
Pero como bien mencioné en el párrafo anterior, esto que se intento replicar funcionó hace ya casi dos décadas atrás, el mundo ha cambiado y mucho, y con él los cambios son cada vez más rápidos y con mayores impactos; así como los remedios de antaño no tienen los mismos efectos sobre las enfermedades de hoy, estas acciones tomadas por el poder ejecutivo muy bien intencionadas he de destacar, no son aplicables a la realidad que hoy vivimos. En marzo en el contexto de los nuevos cambios que nos toca vivir como producto de la globalización como todos hoy bien sabemos fuimos afectados por una enfermedad que no discrimina jurisdicción, religión ni bandera política a lo largo y ancho del mundo. Una vez más, el empleo fue lesionado, y los remedios que hasta entonces se pensaban beneficentes no fueron suficientes.
La economía global se vio gravemente afectada,reapareciendo con fuerzas el fantasma del desempleo y la pobreza; peligrando que en cada hogar coexista la seguridad suficiente de supervivencia. Los estados han salido a financiar mediante programas para que la problemática pueda ser mitigada, en nuestro país mediante el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), el ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción), DNU de prohibición de suspensiones laborales que afecten el 100% del salario, de desalojos, etc.

Lo cierto es que cada gobierno tomo sus planes de acción aras de sobrellevar la tormenta y cuando ella acabe, retomar la rutina. Pero al decir verdad, esto no es Narnia, ni mucho menos. Es la realidad, hablamos de una pandemia, de crisis económica global, quizás más fuerte que la recesión del '30. Poco a poco el polvo se va disipando y vamos viendo lo que nos trae este problemón que estamos atravesando, y para que lo entiendas mejor te dejo algunos interrogantes:
Si los empleadores afectados no pueden retomar la actividad, no pueden despedir, ni suspender el 100% de los saliros, pero deben seguir abonando alquileres e impuestos. ¿Cuánto tiempo podría durar esa situación?
En contrapartida, aquellos rubros que no se vieron afectados pero siguen facturando, quizás más que antes incluso. ¿Cuánto tiempo tardara en que sus clientes reduzcan sus consumos por la reducción o quita de sus salarios?
Si no se pueden negociar paritarias, y los salarios quedan congelados pero la inflación se sigue incrementando, la rentabilidad disminuye. ¿Cuánto tiempo se podrá hacer la vista gorda hasta que la situación explote?
Toda la financiación de programas del Estado, ¿Por cuánto tiempo podrá ser finaciada con sus arcas?
Todo esto y muchos más interrogantes que te podrás hacer o de seguro ya te los formulaste están en la agenda de los diplomáticos, y es que es sabido que se deben tomar acciones rápidas, ágiles como son los cambios en el entorno, y comenzar a pensar en soluciones que nos ayuden a todos en conjunto, al fin y al cabo en esta estamos "todo el mundo". Es que por esta vía no queda mucho futuro, y hoy resulta muy difícil evaluar como quitar las acciones y planes cuando aún no se ha declarado la victoria contra el virus. El aumento de los casos inyecta mayor presión a garantizar el empleo, ¡Pero como hacerlo si los recursos se van agotando!. En Europa siguen las prestaciones como en Argentina para conservar el empleo, pero en breve estaremos en un nuevo escenario cuando la situación termine por no poder dar a basto; tal es el caso como los Estados Unidos, donde hoy las acciones pasan por subsidios de desempleo, y el ojo el del problema para entender cuales son los montos que protegen el sustento y al mismo tiempo brindar un incentivo para la búsqueda de empleo. Reino Unido por su parte sigue firme en que finalizarán sus acciones de protección en noviembre, Francia, España, Italia y Alemania por su parte han prorrogado sus políticas.
Argentina sigue de cerca las conductas adoptadas por los demás países, ya evaluando como revertir el asistencialismo, ya que en un futuro no muy lejano serán más personas del lado de la asistencia que de la producción. Así la doble indemnización de trabajadores contratados con anterioridad a diciembre de 2019 rige hasta diciembre de despidos rige hasta diciembre de este año, la prohibición de despidos se ha prorrogado hasta el 30 de septiembre y todo hace entender que se hará por 60 días más agotada la misma. Las prorrogas van dirección opuesta al problema, siendo las primeras a corto plazo y la segunda a largo; a modo de ejemplo la emergencia sanitaria por el COVID esta decretada hasta marzo 2021, pero las medidas adoptadas con el fin de garantizar el empleo van en tendencia de constante evaluación para su quita.
Solo resta esperar y seguir de cerca las repercusiones que la misma siga teniendo en concreto, como siempre digo una consulta a tiempo evita males mayores, sobre todo en este contexto en torno al COVID-19.
Dr. Mauro Matias Alberti
Abogado - Escribano
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